Así en el Cielo como en La Tierra,
somos fiel reflejo del Universo que nos sostiene,
energias que se fusionan o repelen,
agrupaciones como Galaxias,
incluso agujeros negros
que todo lo devoran a su paso.
Nos sostiene un hilo invisible, un milagro,
un enigma, el mayor interrogante.
Mientras, nosotros estamos encerrados en nuestros
microscópicos mundos particulares.
Arderé como la última llama de la vela,
me iré, cuando ya nada aquí me retenga,
de nuevo formaré parte de la química que nos crea,
no recordaré quien fui, ni en que Planeta vine a la vida.
Nunca más dejaré que tu egoismo me afecte,
tampoco tu indiferencia, ni tu juicio sobre mi persona.
Porque soy mía mía mía,ni dueño, ni jaula, ni precio.
Poque juego al monopoly con tus billetes irreales,
seguiré yendo al teatro 40 horas semanales,
mientras amontono esos euros que dices tanto valen,
para bajarme del mundo, antes de que me desangre.
¡Hagan juego señores!
sigamos ignorando que todos somos iguales.
Lloraba ayer, por no haber descubierto la Verdad antes,
hoy me rio, pues nunca es tarde.
No soy nada ni nadie, sólo un interrogante más,
de paso en esta tierra, que el hombre ha olvidado,
por escaso tiempo en este mundo,
que deja morir a sus hermanos.
Podrás poner precio a la vida humana,
inventar mas armas, nuevas leyes disctriminatorias,
mirar de reojo mis ropas desaliñadas,
seguir creando laberintos para ratas,
porque estás cayendo...¡en tu propia trampa!.
Todo lo que sube baja,
todo lo que nace muere,
todo lo que somos, es nada.
Si el universo lo permite,
y el planeta sigue girando,
una mañana de cualquier año,
todo tu castillo será derrumbado,
y para ello sólo necesitamos
que nuestros Corazones nos sigan guiando.